Le llaman la nueva talidomida y, como aquel maldito fármaco recetado para calmar las nauseas en las embarazadas y que terminó provocando miles de nacimientos de bebés con malformaciones congénitas, por desgracia también parece que se está hoy a las puertas de un escándalo sanitario con miles de afectados.
Se trata del ácido valproico, que se comercializa bajo el nombre de Dépakine por la empresa farmacéutica Sanofi, recetado para tratar la epilepsia y a pacientes con trastorno bipolar. Eficaz para esos dos problemas, el medicamento se ha convertido en un problema sanitario por sus elevados riesgos para el feto si se ingiere durante el embarazo. Se calcula que de los hijos de las mujeres que tomaron Dépakine durante la gestación, el 10% podría sufrir malformaciones y que hasta el 40% nacería con problemas para el desarrollo (menor coeficiente intelectual, problemas de habla y comprensión, y autismo, entre otros). «Para que no haya ni un caso más» y consciente de la necesidad de un seguimiento más escrupuloso, Osakidetza ha revisado en los últimos dos meses el tratamiento de 1.200 mujeres en edad fértil que toman este fármaco bien para cambiarles de medicamento bien para recordarles que no pueden quedarse embarazadas en ese tiempo.