Puede que estemos ante otro “escándalo sanitario” de la talla de la talidomida. Esta vez, el principio activo en cuestión es el ácido valproico, precisamente el que Sonia (nombre ficticio) tomaba para la epilepsia cuando se quedó embarazada de Enric, que ahora tiene casi 14 años y una discapacidad intelectual que le hará dependiente el resto de su vida. “Ningún médico nos advirtió de los riesgos que suponía el fármaco para el desarrollo del feto, ni se plantearon si quiera suspender el tratamiento”, cuenta a EL MUNDO su marido, Carlos. Convencido de que esta negligencia no es la única en España y con el objetivo de pedir responsabilidades a quienes proceda, hoy presenta ante los medios la primera Asociación de Víctimas del Síndrome Valproico (AVISAV. Más información: afectados@avisav.es).
- El acido valproico, un fármaco contra la epilepsia, se asocia a malformaciones y retraso en el desarrollo
- Se presenta en España la primera asociación de afectados por este medicamento. En Francia, una asociación agrupa a unas 5.000 víctimas
- Hoy en día no se indica en embarazadas, mujeres en edad fértil y niñas, pero en años previos no se ha informado adecuadamente de los efectos del medicamento, denuncian
Lo hace de la mano y con el apoyo incondicional de Marine Martin, la presidenta de la asociación de familias afectadas en Francia (Apesac), una de las más potentes en Europa (agrupa unas 5.000 víctimas). Se estima que en su país, entre 1967 y 2014, unas 41.000 mujeres gestantes tomaron ácido valproico, en cualquiera de sus nombres comerciales (uno de ellos, Depakine, de Sanofi). El resultado: “11.500 bebés resultaron afectados por malformación, retraso del desarrollo neurológico y cognitivo o ambas. Los datos son criminales”, subraya Marine.
Lo hace de la mano y con el apoyo incondicional de Marine Martin, la presidenta de la asociación de familias afectadas en Francia (Apesac), una de las más potentes en Europa (agrupa unas 5.000 víctimas). Se estima que en su país, entre 1967 y 2014, unas 41.000 mujeres gestantes tomaron ácido valproico, en cualquiera de sus nombres comerciales (uno de ellos, Depakine, de Sanofi). El resultado: “11.500 bebés resultaron afectados por malformación, retraso del desarrollo neurológico y cognitivo o ambas. Los datos son criminales”, subraya Marine.
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